Adictos a las compras

Ocasionalmente el consumidor en estas fechas (Navidades con la llegada de Papa Noel que hace años por cierto no existía esta tradición en nuestras tierras españolas y es un reclamo más para el comercio así como los reyes magos, las rebajas…) puede desarrollar alguna conducta de compra más impulsiva, dejándose llevar por el consumismo en el que estamos inmersos a través de los valores implícitos de la sociedad consumista, los medios de comunicación y la publicidad.

Sin embargo, la compra compulsiva como trastorno en si mismo aparece a lo largo de todo el año.

Por tanto, ¿Qué es la adicción a las compras o compra compulsiva? Este patrón de conducta se caracteriza por la urgencia irresistible de compra masiva de objetos superfluos que se acompaña de ansiedad, irritabilidad y nerviosismo. Esta conducta provoca una reducción de la tensión, pero posteriormente aparece la culpabilidad asociada al acto compulsivo que no produce una disminución de la aparición posterior de compras compulsivas. Entre los síntomas asociados están los siguientes: Existe una clara pérdida de control, impulsividad, baja autoestima, no saber gestionar las emociones negativas y alto valor del materialismo.

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Afecta por igual a hombres y mujeres. La única diferencia se encuentra en el tipo de artículos que adquieren: Las mujeres se decantan por ropa, perfumes o joyas, mientras que los hombres prefieren material informático, productos de electrónica o música según Susana Jiménez, responsable de la Unidad de Juego Patológico y otras Adicciones Comportamentales del Hospital Universitario en Bellvitge de Barcelona.

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Ciertamente el Manual Diagnóstico y Estadístico de los trastornos mentales, el denominado DSM-V, muy utilizado por los psicólogos y psiquiatras, no incluye esta categoría como tal. Sin embargo, se podría clasificar dentro de las denominadas conductas adictivas. Pero hablaríamos no de adicciones a sustancias, sino a adicciones relacionadas con actividades como pueden ser también la adicción al juego, a robar, al trabajo, al deporte, a la comida…

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Entonces… ¿Cómo saber si una persona es adicta a las compras o compradora compulsiva? Basándonos en el criterio que señalábamos más arriba, si la conducta de compra continuada se mantiene en el tiempo, es decir, no en estas fechas tan señaladas y las consecuencias son negativas para la persona y para su entorno provocando incluso deudas económicas o utilizando gran cantidad de tiempo para las compras, ya podemos estar hablando de una patología.

Neus Córdoba, psicóloga clínica de la Asociación Catalana para el Tratamiento de la Ansiedad y Depresión (ACTAD) afirma: “Lo importante es que se expresa como compulsión en algunos trastornos obsesivos, y se manifiesta en muchos trastornos afectivos (ansiedad y depresión) y de personalidad (trastorno límite)».

Por tanto, la psicoterapia iría dirigida a tratar el problema psicológico de base, ya que en más de la mitad de los casos la compra compulsiva se manifiesta como síntoma de un estado de ansiedad o depresión. Conocer cuál es la función que mantiene esa conducta, es decir, por qué razón la persona consume compulsivamente (por status, por seguir la moda, por la sensación de euforia que aparece en un principio…) es el primer paso para poder afrontar este tipo de adicción.

Estela Montolio Oliver

Psicóloga de L’Espai Logopsicopedagògic