“APRENDIZAJE DEL LENGUAJE A TRAVÉS DEL JUEGO DE LOS 0-3 AÑOS”

Como logopeda, especialista en la comunicación, lenguaje, habla y voz, en estas fiestas navideñas, en las que los regalos más importantes son juguetes, escribo este artículo que os puede ayudar a estimular el lenguaje a través del juego y los juguetes.

 

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Todo en nuestro entorno nos incita a comunicarnos desde que nacemos, ya sea a través del lenguaje no verbal como del lenguaje verbal. El lenguaje nos ayuda a relacionarnos social y emocionalmente, así como a entender el mundo que nos rodea.

Cuando somos bebés nuestra forma de comunicarnos es no verbal, a través de sonidos, del balbuceo, de la sonrisa social, del llanto, por lo que los juegos más estimulantes para el lenguaje van a ser aquellos que inciten a gorgojear al bebé, a emitir sonidos placenteros que más tarde ayudarán a desarrollar el lenguaje oral.

Para estimular el lenguaje, cualquier momento compartido con el bebé es bueno, la hora del baño, al vestirlo, la comida, el descanso, todo ello ayudará a establecer un vínculo importante de confianza y amor entre vosotros. Las palabras que les decís son importantes, ya que son asociadas a una emoción, a un momento y a la expresión que en ese momento le transmite la persona.

Es importante jugar con los niños desde que nacen, no porque sea un bebé tenemos que pensar que no es necesario que tengan juguetes, pues con ellos vamos a poder completar nuestra interacción con el bebé y llamar su atención a nivel tanto visual como auditivo, ya que perciben los colores del juguete, oyen sus sonidos, tocan sus texturas, chupan para experimentar, etc.

Juguetes como los sonajeros, los peluches con formas y colores son muy adecuados en sus primeros meses.

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Uno de los juegos que más se utilizan es el cucú con el que interactuamos y hacemos que el bebé nos devuelva la comunicación con una sonrisa.

Las canciones también son estupendas en todas las edades, a partir de los 6 meses, los más chiquitines disfrutan con las conocidas palmas-palmitas y cinco lobitos. Con las canciones ayudamos a su vez a que aprendan el ritmo y entonación.

Para estimularlos de cara al futuro lenguaje oral es muy bueno si les miramos y vocalizamos, de modo que ellos tengan una referencia a la hora de imitarnos y colocar sus órganos articulatorios.

Por otro lado, al darle cualquier juguete o realizar cualquier acción, decir el nombre hará que vaya asociando palabra-objeto.

Los cuentos sencillos con o sin desplegables son una buena ayuda para ir ampliando su comprensión y expresión, de forma que después se vuelvan poco a poco más complejos.

 

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A partir del año podemos realizar juegos de imitación sencillos de animales, y medios de transporte. Juegos de órdenes sencillas para trabajar la comprensión. También podemos jugar con marionetas con las que inventar historias, con las que ya estamos fomentando el juego simbólico. Los juegos con sonidos de animales, ayudan a su vez a conocer cómo emitir algunas sílabas, como por ejemplo “mu” de la vaca. Estas sílabas las integrarán más adelante a las palabras, que les servirán para ir ampliando en frases su lenguaje.

De los 18 y 36 meses, podemos utilizar juegos de imágenes con los cuales fomentar la ampliación de vocabulario, juegos de pregunta-respuesta en los que tengan que establecer turnos de conversación y estimule la comprensión, juguetes como los trenes con figuras geométricas de colores para aprenderlos, y juegos con números para que los vaya asociando.

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Entre los 24 y 36 meses su vocabulario se incrementa de forma notable, por lo que los cuentos un poco más complejos, son maravillosos para la comprensión y expresión, aunque de momento somos nosotros más activos a la hora de contar las historias, esto ya contribuye de cara a la correcta estructuración del lenguaje, así como a conocer el orden en el que debemos contar de forma coherente y ordenada las cosas que deseamos hacer saber a los demás. Con los cuentos además de desarrollar las habilidades comunicativas, también estas aumentando su imaginación, creatividad y sus habilidades emocionales.

Las adivinanzas y trabalenguas fáciles son un juego divertido en el que la articulación y la fluidez del habla se verán beneficiadas.

Si les gusta dibujar y pintar, es una buena actividad para realizarla juntos y crear un momento de especial comunicación, en la que os cuente por qué le ha gustado pintar o dibujar lo que ha elegido.

Jugar a los disfraces de ahora en adelante, os dará momentos divertidos, en los que además podéis jugar al roll-playing y cambiar los papeles, de forma que se potencia la empatía con el otro. Podéis inventar una obra de teatro en la que también dar rienda suelta a la imaginación.

El juego a todas las edades resulta beneficioso, nos estimula y nos hace más felices, así que como dice mi compañera Reme Moreno (pedagoga), todos…

¡¡A JUGARRRRRRRR!!

Gabriela Guillem

Logopeda

EL JUEGO Y LOS JUGUETES

He decidido escribir este artículo, porque si hay una fecha en el calendario, más relacionada con este tema, esa es… la Navidad !!!!

Hoy en día, caemos, sin darnos cuenta, en un consumismo exagerado, que nos lleva a comprar y comprar, sin pararnos muchas veces a pensar, ¿si les hará falta? ¿en qué le ayuda? ¿si es o no adecuado para su edad?

Intentaré a lo largo de estas líneas, daros unas recomendaciones y orientaciones al respecto, espero como siempre, que os sean de gran ayuda.

JUGAR REME1 es la actividad principal de la infancia. Una necesidad que nos empuja, nos transforma, nos hace crecer. Se trata de la única actividad que no necesita instrucción porque el niño juega de manera casi instintiva. Es mucho más que una simple diversión: se trata de un proceso de aprendizaje para la vida adulta a través del cual el niño aprende todo sobre su entorno y desarrolla sus habilidades.

IMPORTANCIA DEL JUEGO Y LOS JUGUETES EN EL DESARROLLO INFANTIL

  • Estimulan el aprendizaje infantil.
  • Desarrollan las habilidades motoras (finas y gruesas), potenciando también la capacidad viso-espacial.
  • Es imprescindible para alcanzar el pleno desarrollo físico, psíquico y emocional del niño.
  • Ayudan a mejorar su equilibrio y coordinación, a la vez que estimulan el control muscular.
  • Facilitan la maduración de tres funciones mentales básicas: la asimilación, la comprensión y la adaptación a la realidad.
  • Fomentan la creatividad y la imaginación.
  • Estimulan la creatividad y la imaginación.
  • Estimulan la autoconfianza infantil. Seguridad en sí mismo.
  • Mejoran el control de las emociones.
  • Favorecen la socialización y la creación de vínculos emocionales, ya sea con otros niños o con los adultos.
  • Potencian la comunicación y la capacidad de expresión infantil.

 

COMO ELEGIR UN JUGUETE. ORIENTACIONES.

El juguete debe ser adecuado a los intereses, gustos y edad de los niños. Ha de ser estimulador del juego. Debe fomentar valores positivos, que sea de calidad y que cumpla con el objetivo que se propone. La actividad lúdica, es una actividad educadora totalmente. Los niños aprenden jugando.

Es fundamental que al elegir los juguetes nos planteemos ciertas cuestiones, además de las que ya hemos comentado, por ejemplo: si lo utilizará frecuentemente o no, si favorece la cooperación en vez de la competitividad, si fomenta el desarrollo de sus capacidades intelectuales, emocionales, relacionales y su creatividad, que no reproduzca estereotipos sexistas o racistas.

 

TIPOS DE JUGUETES SEGÚN EDADES

0-3 AÑOS:

Juguetes que no contengan piezas pequeñas desmontables, que tengan diferentes texturas, formas, colores, que estimulen la percepción sensitiva (tocar, morder, diferenciar sonidos, etc…), que permitan descubrir el entorno y que potencien la experimentación.

Los juegos de encajables, van desde un año a todas las edades (puzles, rompecabezas, mecanos, maquetas…) y contribuyen a la coordinación oculo-manual, la atención, la paciencia, la concentración y la autosuperación.

  • De 0 a 6 meses: sonajeros, móviles de cuna, juguetes de peluche, juguetes de goma, mordedores, espejos y alfombras de actividades.
  • De 6 a 12 meses: pelotas grandes y pequeñas sonoras y luminosas, muñecas de trapo, juguetes sonoros, tentetiesos, balancines y andadores.
  • De 12 a 18 meses: juguetes de peluche, cubos para encajar y apilar, cubos, botes de plástico, telas, juguetes de arrastre, paseadores y cochecitos.

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  • De 18 a 24 meses: coches, camiones, triciclos, pizarras, pinturas, instrumentos musicales, juegos de encajar piezas, jugar con muñecas y animalitos.
  • De 2 a 3 años: triciclos, palas, cubos, carritos, rompecabezas, pinturas, cocinas y accesorios de cocina, plastilina, tambores y guitarras, teléfonos y muñecas.

3-5 AÑOS:

Los juguetes más idóneos son los que les facilitan el aprendizaje y el desarrollo de aptitudes lingüísticas, musicales y manuales.

A través del juego simbólico, desde los dos a los ocho años, el niño aprende a interpretar roles, juega a imitar a los adultos, es fundamental para comprender y asimilar el entorno en el que viven, aprenden roles establecidos en la sociedad, así como el desarrollo del lenguaje asociado a estos tipos de juegos, favorecen la creatividad y la imaginación.

  • Instrumentos musicales, libros, dominó de formas y colores, pinturas de diferentes materiales y libros para colorear, juegos de billetes, juegos de imitación de los adultos (cocinitas, muñecas…), bicicletas, patinentes, trenes, pizarras, magnetófonos, cuentos, disfraces, marionetas y juguetes articulados.REME3

 

 

 

6 a 8 AÑOS:

A partir de 6 años, han de ser más complejos y reforzar los conocimientos relacionados con la lectura, la escritura y el razonamiento. Han de potenciar la experimentación, la reflexión, la cooperación y la transmisión de valores. Necesitan juegos de competición para descubrir su fuerza y sus destrezas, ejercicio físico para eliminar tensiones y juegos que favorezcan habilidades: atención, capacidad creadora y la imaginación.

  • Cuerdas, pelotas, monopatines, coches teledirigidos, bicicletas, libros, juegos de construcción, juegos manuales tanto de preguntas como de experimentos, juegos de mesa, recortables con tijeras de punta redonda, lupas, imanes, lotería.

9-12 AÑOS:

A partir de los 8 años disminuye la importancia del juego simbólico y se interesan por juegos de reglas. Se utilizan juegos de mesa o de tablero, de puntería, de cestas, futbolines, etc … Son fundamentales como elementos socializadores porque enseñan a los niños a ganar y perder, a respetar turnos y normas. Favorecen el desarrollo del lenguaje, la memoria, el razonamiento, la atención y la reflexión.

De 9 a 12 años: Se interesan por actividades de equipo, deportivas e intelectuales, y otras un poco más complicadas, complementos deportivos, patines, mecanos, juegos de estrategia y reflexión, maquetas, colecciones de todo tipo, juegos de mesa, audiovisuales, electrónicos y de experiementos.

A partir de 12 años: Desaparecen las ganas de jugar con juguetes, comienzan a entrar en la adolescencia y van construyendo su propia identidad, por eso de han de fomentar sus aficiones personales. Sus intereses se dirigen hacia libros, videojuegos y música.

LOS VIDEOJUEGOS

Para este apartado, debería dedicar un artículo entero, o varios, o incluso un libro…. Es por eso que no he querido pasar por alto, un punto tan importante y tan de moda entre los juguetes más solicitados por nuestros niños, sobretodo a ciertas edades.

Los videojuegos pueden y deben convivir perfectamente con los juguetes tradicionales. Escogidos y utilizados con criterio y simultáneamente con el resto de tipos de juegos necesarios y propios de la edad, son ideales para desarrollar habilidades personales, afectivas y sociales; habilidades psicomotrices como la coordinación de movimientos, la orientación y organización espacial, la puntería, la precisión, la rapidez y también las habilidades y capacidades cognitivas como la curiosidad, la percepción visual y auditiva, la capacidad organizativa, etc.En este tipo de juego es importantísimo, una vez más, que nos informemos y que pongamos en manos de nuestros hijos los juegos y plataformas adecuadas para su edad. Se han de tener en cuenta las horas de juego, limitar el tiempo diario y tener cuidado con los contenidos.

RAZONES PARA ESTIMULAR EL JUEGO DURANTE LA INFANCIA

A lo largo del artículo han ido apareciendo las diferentes razones por las que es importante estimular y favorecer los momentos de juego en nuestros niños, en manera de resumen, paso a detallarlas de forma más explícita:

  1. Desarrolla las habilidades motoras. Permite mejorar el equilibrio y la coordinación oculo-manual.
  2. Modela la personalidad. El niño va asimilando diferentes actitudes y maneras de actuar adecuadas a su entorno, va desarrollando sus gustos, intereses, formas de comportarse y de relacionarse con los demás. Se forma y consolida el autoconcepto, la autoestima y la autovaloración, a la vez que estimula la expresión emocional.
  3. Estimula el desarrollo intelectual y cognitivo.
  4. Favorece la comunicación e interacción social. El juego se convierte en el primer agente socializador porque es a través de éste que el niño, que aún no ha aprendido a relacionarse con los demás, logra establecer nuevas relaciones.
  5. Potencia la autonomía.

En definitiva, el juego, el juguete y jugar, solo aportan beneficios en los niños, desarrollan, potencian, favorecen, estimulan y ayudan a desarrollar las diferentes habilidades y capacidades, que después como adultos nos van definiendo, así que… recordando una frase que se hizo famosa en un programa de televisión (hace ya unos cuantos años): A JUGARRRRRR!!!!!

 

Reme Moreno

Pedagoga

Adictos a las compras

Ocasionalmente el consumidor en estas fechas (Navidades con la llegada de Papa Noel que hace años por cierto no existía esta tradición en nuestras tierras españolas y es un reclamo más para el comercio así como los reyes magos, las rebajas…) puede desarrollar alguna conducta de compra más impulsiva, dejándose llevar por el consumismo en el que estamos inmersos a través de los valores implícitos de la sociedad consumista, los medios de comunicación y la publicidad.

Sin embargo, la compra compulsiva como trastorno en si mismo aparece a lo largo de todo el año.

Por tanto, ¿Qué es la adicción a las compras o compra compulsiva? Este patrón de conducta se caracteriza por la urgencia irresistible de compra masiva de objetos superfluos que se acompaña de ansiedad, irritabilidad y nerviosismo. Esta conducta provoca una reducción de la tensión, pero posteriormente aparece la culpabilidad asociada al acto compulsivo que no produce una disminución de la aparición posterior de compras compulsivas. Entre los síntomas asociados están los siguientes: Existe una clara pérdida de control, impulsividad, baja autoestima, no saber gestionar las emociones negativas y alto valor del materialismo.

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Afecta por igual a hombres y mujeres. La única diferencia se encuentra en el tipo de artículos que adquieren: Las mujeres se decantan por ropa, perfumes o joyas, mientras que los hombres prefieren material informático, productos de electrónica o música según Susana Jiménez, responsable de la Unidad de Juego Patológico y otras Adicciones Comportamentales del Hospital Universitario en Bellvitge de Barcelona.

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Ciertamente el Manual Diagnóstico y Estadístico de los trastornos mentales, el denominado DSM-V, muy utilizado por los psicólogos y psiquiatras, no incluye esta categoría como tal. Sin embargo, se podría clasificar dentro de las denominadas conductas adictivas. Pero hablaríamos no de adicciones a sustancias, sino a adicciones relacionadas con actividades como pueden ser también la adicción al juego, a robar, al trabajo, al deporte, a la comida…

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Entonces… ¿Cómo saber si una persona es adicta a las compras o compradora compulsiva? Basándonos en el criterio que señalábamos más arriba, si la conducta de compra continuada se mantiene en el tiempo, es decir, no en estas fechas tan señaladas y las consecuencias son negativas para la persona y para su entorno provocando incluso deudas económicas o utilizando gran cantidad de tiempo para las compras, ya podemos estar hablando de una patología.

Neus Córdoba, psicóloga clínica de la Asociación Catalana para el Tratamiento de la Ansiedad y Depresión (ACTAD) afirma: “Lo importante es que se expresa como compulsión en algunos trastornos obsesivos, y se manifiesta en muchos trastornos afectivos (ansiedad y depresión) y de personalidad (trastorno límite)».

Por tanto, la psicoterapia iría dirigida a tratar el problema psicológico de base, ya que en más de la mitad de los casos la compra compulsiva se manifiesta como síntoma de un estado de ansiedad o depresión. Conocer cuál es la función que mantiene esa conducta, es decir, por qué razón la persona consume compulsivamente (por status, por seguir la moda, por la sensación de euforia que aparece en un principio…) es el primer paso para poder afrontar este tipo de adicción.

Estela Montolio Oliver

Psicóloga de L’Espai Logopsicopedagògic